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Higiene íntima de la mujer

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noviembre 7, 2022

Higiene íntima de la mujer

Microbioma vaginal

El microbioma vaginal influye en la calidad de vida, protege contra agentes patógenos e influye en la fertilidad y el éxito reproductivo[i].
Los cambios en el equilibrio del sistema microbiano pueden provocar grandes alteraciones en la salud, y la investigación en el ámbito del microbioma se centra en determinar qué microorganismos caracterizan un microbioma sano para correlacionar determinados perfiles microbianos con sintomatología adversa en términos ginecológicos y obstétricos[ii].
La composición de la microbiota vaginal puede verse afectada por diversos factores de salud, desde el uso de antibióticos, la actividad sexual, el uso de métodos anticonceptivos e incluso la forma de lavarse[iii].
A medida que avanza la investigación sobre el microbioma, es importante comprender el impacto de las distintas prácticas de higiene vaginal en la microbiota y sus consecuencias para la salud.

Prácticas de Higiene Íntima más comunes y sus riesgos

Diferentes estudios que analizan los comportamientos de higiene íntima se centran especialmente en la irrigación vaginal, y existen indicios de que su uso varía, ya que los datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC) indican de que alrededor del 20% de las mujeres de entre 15 y 44 años utilizan este método al menos una vez al año[iv].
Esta práctica está relacionada con varios efectos obstétricos y ginecológicos negativos, que van desde la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP/PID[1]), la disminución de la fertilidad, el embarazo ectópico, el parto prematuro, el cáncer de cuello de útero, la vaginosis bacteriana (también denominada vaginitis o VB [2]) y el aumento del riesgo de contagio de patógenos de transmisión sexual[v].
Según una encuesta realizada con casi 4.000 mujeres estadounidenses, las mujeres que se someten a una irrigación vaginal experimentan más síntomas de vaginosis bacteriana que las que no lo hacen. Las mismas indicaciones también reflejan que, a pesar de ello, no existe una correlación entre el lavado vaginal y la incidencia de la VB. Además, a partir de los datos de esta muestra se ha podido comprobar la existencia de una asociación significativa entre la prevalencia de la vaginitis bacteriana y la utilización de toallitas íntimas[vi].
Las investigaciones realizadas sobre las prácticas de higiene vaginal de las mujeres estadounidenses más allá de la irrigación descubrieron que las que utilizaban técnicas de irrigación eran más propensas a utilizar otros productos de lavado vaginal, desde sprays[3], toallitas, polvos y soluciones de lavado[vii].
Los estudios de prevalencia[4] en EE.UU. informan de que aproximadamente el 42-53% de las mujeres utilizan sprays, 17-50% toallitas íntimas y el 23-46% productos antiprurito[viii].
Aunque no existe una justificación clara de por qué el uso de productos comunes de higiene íntima se relaciona con una mayor incidencia de infecciones y alteraciones en la salud vaginal, está claro que su uso se correlaciona con un mayor riesgo de estas afecciones, asociándose el uso de soluciones de lavado desinfectantes con un mayor riesgo de infecciones fúngicas y vaginosis bacteriana, el uso de toallitas íntimas o de bebé con un mayor riesgo de ITU y el uso de hidrantes/lubricantes con una mayor incidencia de ambas alteraciones, mientras que las irrigaciones vaginales se asociaron con todas las alteraciones arriba mencionadas.


[1] PID del inglés pelvic inflammatory disease

[2] BV del inglés bacterial vaginosis

[3] generalmente denominado desodorizante vaginal y de baja utilización en Europa

[4] también denominados transversales o verticales

[i] Vaginal microbiome of reproductive-age women. Proc Natl Acad Sci U S A. 2011 Mar 15;108 Suppl 1:4680-7. doi: 10.1073/pnas.1002611107.

Vaginal microbiome and epithelial gene array in post-menopausal women with moderate to severe dryness. PLoS One. 2011;6(11):e26602. doi: 10.1371/journal.pone.0026602. Epub 2011 Nov 2.

Probiotic strategies for the treatment and prevention of bacterial vaginosis. Expert Opin Pharmacother. 2010 Dec;11(18):2985-95. doi: 10.1517/14656566.2010.512004.

[ii] The Vaginal Microbiome: Current Understanding and Future Directions. J Infect Dis. 2016 Aug 15;214 Suppl 1:S36-41. doi: 10.1093/infdis/jiw184.

Characterization of the vaginal microbiota of healthy Canadian women through the menstrual cycle. Microbiome. 2014 Jul 4;2:23. doi: 10.1186/2049-2618-2-23.

Resolution and characterization of distinct cpn60-based subgroups of Gardnerella vaginalis in the vaginal microbiota. PLoS One. 2012;7(8):e43009. doi: 10.1371/journal.pone.0043009.

The microbiota of the vagina and its influence on women’s health and disease. Am J Med Sci. 2012 Jan;343(1):2-9.

[iii] The influence of behaviors and relationships on the vaginal microbiota of women and their female partners: the WOW Health Study. J Infect Dis. 2014 May 15;209(10):1562-72. doi: 10.1093/infdis/jit664.

Understanding vaginal microbiome complexity from an ecological perspective. Transl Res. 2012 Oct;160(4):267-82. doi: 10.1016/j.trsl.2012.02.008.

[iv] Centre for Disease Control and Prevention. Key statistics from the national survey of family growth. 2013.

[v] Vaginal douching and reduced fertility. Am J Public Health. 1996 Jun;86(6):844-50.

Vaginal douching and adverse health effects: a meta-analysis. Am J Public Health. 1997 Jul;87(7):1207-11.

Factors linked to bacterial vaginosis in nonpregnant women. Am J Public Health. 2001 Oct;91(10):1664-70.

Risk of preterm birth that is associated with vaginal douching. Am J Obstet Gynecol. 2002 Jun;186(6):1345-50.

A longitudinal study of vaginal douching and bacterial vaginosis – a marginal structural modeling analysis. Am J Epidemiol. 2008 Jul 15;168(2):188-96. doi: 10.1093/aje/kwn103.

Intravaginal practices, vaginal infections and HIV acquisition: systematic review and meta-analysis. PLoS One. 2010 Feb 9;5(2):e9119. doi: 10.1371/journal.pone.0009119.

[vi] The prevalence of bacterial vaginosis in the United States, 2001-2004; associations with symptoms, sexual behaviors, and reproductive health. Sex Transm Dis. 2007 Nov;34(11):864-9.

[vii] Vaginal douches and other feminine hygiene products: women’s practices and perceptions of product safety. Matern Child Health J. 2006 May;10(3):303-10. Epub 2006 Mar 23.

[viii] Adult feminine hygiene practices. Appl Nurs Res. 1996 Aug;9(3):123-9.

Beyond douching: use of feminine hygiene products and STI risk among young women. J Sex Med. 2009 May;6(5):1335-40. doi: 10.1111/j.1743-6109.2008.01152.x.

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